miércoles, 27 de mayo de 2015

Familia!

Ya lo he dicho muchas veces... la familia en general es algo sobre valorado  porque al fin y al cabo son personas que no hemos elegido nosotros y que posiblemente si hubiese estado en nuestra mano, existen muchas papeletas de que los que son no son los que serían. A algunos los queremos con locura, a otros los queremos sin saber muy bien por qué, otros nos la zumban trillones...llevamos los mismos apellidos, pero no ha habido roce y sin roce ni hay cariño...

El roce por supuesto no tiene ni siquiera que ser físico, el roce en estos tiempos modernos se traduce
en presencia en la vida del otro y eso es algo que internet nos los pone muy fácil. Niños enamorados de sus abuelos que viven dentro del ordenador, en estos tiempos de emigración, es una prueba irrefutable de roce, de cariño. Podemos saber en tiempo real lo que visten, lo que comen, lo que hacen... podemos disfrutar incluso de las actuaciones escolares de fin de curso, de las graduaciones, matrimonios y bautizos. La distancia más larga se encuentra a un botón de distancia! Una maravilla!

Pero claro, la tecnología  no ha logrado que sintamos los besos y los abrazos...no nos transmite olores, ni sabores, solo imágenes, y no solo de imágenes vive el hombre o por lo menos, vivo yo. Hay cosas que me apetece vivirlas y hay pocas más emocionantes que un deseo infinito de que acompañes a alguien en un día que consideran especial. Unas 1500 horas pasamos juntas para llegar hasta aquí, para ser siempre las mejores, para ser nombradas como ejemplo de tesón y constancia!

El viernes de la semana pasada, en un viaje fugaz de 3 días me fui a España para celebrar la graduación de bachiller de  Sofía y Ainhoa. Dos ex alumnas y hoy en día  dos amigas.  Fue además el reencontrarme con muchísimos otros, con hombres que dejé siendo niños y que se paraban a mi lado y me decían: Hola Dana, sabes quien soy? Hay algo en su mirada que reconoces y que generalmente cuando sonríen logras entrever las facciones de aquél niño con el que sufrías haciendo ecuaciones de algebra, repasando los verbos irregulares del inglés o resolviendo problemas de Mendel. 

Jaime y yo que no teníamos pueblo ninguno y que llegamos a Gerindote por pura casualidad, resulta que hemos logrado lo que solo unos pocos logran y es ser considerado parte del pueblo, de su gente y de su historia. Quizás y solo quizás esto es posible porque tenemos familia,  la más auténtica de todas, porque es la que has elegido tú.  Ser familia, no es ser primo, hermano o sobrino, ser familia es simplemente un sentimiento. 

Muy orgullosas de mis niñas... de las mujeres en las que se están convirtiendo!

Dublin 2010





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