lunes, 19 de enero de 2015

trabajando y estudiando se llega a Roma!

2014 ha comenzado como muy deprisa, con muchas cosas... no sé si es el síndrome post vacacional, pero yo siento que no rindo como antes. Estamos ya a mediados de mes y no he comenzado ninguno de los reportes que se supone que para el 24 tienen que estar listos y finiquitados.

Recién comenzado el año, mis jefes me ofrecieron una promoción o ascenso, o por lo menos así me lo quisieron vender. Para mí no supuso la euforia que supuse un ascenso representaría. Era de esas promociones que solo implican un cambio de titulo, un minúsculo aumento de sueldo y además un montón de cosas que cuando las puse en la balanza, decidieron por mi. Creo que no estoy en un momento para cambios de ese estilo, sobre todo por los cambios que implicaba a nivel de logística. Pasé dos días de sufrimiento. Siempre es complicado decirle a alguien que no, cuando lo que ese alguien ha hecho es halagarte, y poner tu trabajo por las nubes...  

Hay cierto sentimiento de que rechazas, traicionas o por lo menos, así me sentía yo. No quería que quedarán dudas de lo agradecida que estaba por ofrecerme el puesto y de lo mucho que me gusta mi trabajo, así como tampoco quería dejar una puerta abierta a la negociación.  Por suerte, todo salió genial, mucho mejor de lo que yo pensaba y a pesar que me trituré la cabeza y lloré como una Magdalena  escribiendo la respuesta, al final,  resultó que comprendieron mis razones, las cuales no fueron para nada creativas, sino muy reales y además mi grupo y mi jefa directa, se pusieron super contentos al saber que me quedaba. Qué más se puede pedir?

Parte del ofrecimiento se hizo realidad, no supone un cambio de sueldo, pero sin embargo si que te me da más juego para cosas que me interesan a futuro. Triste pero cierto que con casi  37 años, siga teniendo que pensar en hacer curriculum.  Es lo que tiene comenzar a cotizar tarde...

De resto, quedan solo una clase en el Instituto Cervantes y aunque me ha gustado el curso, debo reconocer que estoy loca por terminar. La clase, los viernes de 6:00 a 9:00 destrozó mi pasión por los viernes y la alegría con que los solía relacionar. Solo una clase y dos practicas, con su programación, sus alumnos, su clase...en fin, todo Dios manda y colorín colorado, ese curso se ha acabado!

Luego, pues tengo muchas ganas de hacer otro curso, pero estoy esperando porque comienza en abril y al parecer, corre el rumor de que el colegio va a escoger a un profesor de cada colegio y va a ofrecer pagar el 50% del valor. Eso es un montón y a mi me vendría que ni pintado! Pero claro, lo escogen ellos, así que esto es como el Miss Venezuela, no solo hace falta, presentarse y querer, sino que lo más importante, es que te elijan. 

Y luego, como último curso está uno que se hace en el Trinity y es sobre pintura europea. La verdad es que me encantaría volver a esa área, aunque sea simplemente como estudiante. Hay tantas cosas para ver, para descubrir...

Soy estudiante por vocación, mucho mucho más que trabajadora. Trabajo porque no me queda otra y porque me gusta lo que hago, pero si pudiera dejar de trabajar para sacarme la carrera de psicología, sin ninguna duda, lo haría. No sé ni siquiera si ejercería, me imagino que si, intentando enfocar lo que hago ahora, con problemas relacionados con el comportamiento humano. 

En fin, para unos 2015 es el año de la dieta, de la semana al mes vegetariana, de la responsabilidad... pufff! ( qué aburridos), del dejar de fumar o de comer chocolates. Para mí, es el año de los estudios y la familia. Quiero seguir estudiando y quiero pasar más tiempo con mi familia. La de aquí, la de allá y la de acullá, en general, la de todas partes...



Ah! y quiero seguir mi racha de mínimo, dos libros al mes y 4 películas... aunque parezca mentira, lo segundo me resulta mucho más complicado. 

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