miércoles, 5 de junio de 2013

Inconexiones

Cuando comencé a trabajar en el colegio, tenía mas que un super master en lo que a relación con niños, y más importante aún, con padres. Padres hay de todos los colores y sabores, es verdad, pero también es verdad que mi experiencia había sido con padres españoles y ellos conformaban mi muestrario personal. Estaba el más coñazo, el más independiente, pero bueno, ahí iban e ilusa yo que pensé que los padres irlandeses, padres al fin, iban a ser un poco más de lo mismo, aunque esta vez más rubios o pelirrojos o borrachines, que ya sabemos que los prejuicios son muy malos.

En Venezuela, la relación padres- profesores es del mismo rollo que en España, que si la madre entra y cuenta cualquier rollo, y preguntan y se entusiasman con las ¨obras de arte¨que sus hijos realizan en clase. Aquí en Irlanda, para mi alegría personal, no ha sido así para nada, las madres son más independientes y los que suelen dar el callo son los padres, lo que origina que sean días catastróficos, porque las madres son como son, saben lo que hay, y el niño puede llorar o patalear, que ahí se queda, que ella ha quedado para correr, jugar al tennis, irse a la piscina o al curro... ni media lágrima del cocodrilo que tiene por hijo la conmueve, sin embargo, el padre, ese ser que llega de pascuas a ramos, y llevar al peque al cole se convierte en toda una experiencia mística, da al coñazo a las profesoras como no tienen una idea. La pregunta de: Va a estar bien?  Me hizo ser la persona más creativa del mundo, pensando en posibles respuestas, cada una más atroz que la otra de por qué el padre debería llevárselo y obviar por completo la educación infantil. 

Como queda muy mal en estos tiempos ser sexista, y ante el percal del primer mes decidí que ¨los padres¨no podían entrar al aula con el niño. El padre se queda en la puerta y punto. De formamuy rápida,los lagrimones y espectáculos fueron desapareciendo como por arte de magia. Sin embargo, confiada yo, retiré el papel de la puerta, y así como si aquél papel fuese de kriptonita  y los padres Superman, de repente me comencé a cagar en todo lo posible, cuando en las diferentes clases, los padres comenzaron a llegar nuevamente, amnésicos e idiotas con sus despedidas eternas, sus besos, sus abrazos y sus I love you empalagosos, creadores de hijos rarunos. Porque vamos, la estadística y la experiencia me lo confirman, mientras más coñazos son los padres, más raros son los hijos. Esos que llegan y si pudieran los dejaran con el coche en marcha, crean niños alegres, divertidos, para los que la experiencia del colegio no es un trauma... Acaso los otros  no piensan que si besan y amapuchan y abrazan y dicen una y mil veces que ellos vuelven, pueden hacer pensar al niño que lo que están haciendo es algo horrible?

Pero bueno, apartando ese momento llegada. Tengo que reconocer que los padres irlandeses se las suda un poco más todo eso  de hablar con las profes. Para algunas compañeras, el no hablar con los padres al principio, les resultaba rarísimo e incluso incómodo. Los padres llegan, recogen a su churumbel, dicen cualquier chorrada en español y se piran, así sin más. Ni qué hizo, ni cómo estuvo, ni hablar de momentos escatológicos, que la hora de la comida para todos está cerca. Si preguntan, pues oye no hay ningún problema en contestar, pero como ninguno pregunta, pues oye, eso que nos llevamos.  En el caso de los pequeños, en este país tan prolífico, los padres cuando es el 3ero, 4to, pues poco hay que ya no sepan, y con los grandes, de 6,7,8,9 años, tienen bastante con lo que tienen y si no hay nada horrible, para qué darles el coñazo? Cada año, dos reuniones individuales en los que se habla del progreso y listo! 

En España la gente tendría que dar menos el coñazo con tantas estupideces. Con tantas preguntas chorras, con tanto cuento progre de la crianza natural...cada quien es libre de criar a sus hijos como mejor les parezca, pero eso no implica imponer, juzgar o criticar  o mucho menos lapidar a aquellas madres que por ejemplo, dieron a luz por cesárea (por elección) o prefirieron el biberón a la teta...

Otra cosa es quizás es tema de las vacunas, porque si un niño toma biberón, socialmente no influye, pero sin embargo, la ausencia de vacunas si que puede tener consecuencias sanitarias que pueden perjudicarme. Es decir, el derecho de uno termina cuando comienza el derecho del otro...y bueno, esto se acaba que creo que pocos post son tan caóticos como este... sin duda, el dolor, reduce las capacidad de síntesis y mucho más aún, la capacidad para ser coherente, como Dios manda. 

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