viernes, 31 de mayo de 2013

V: one drop is all I need!

Desde que me caí he estado baja de ánimos, cuando llega Jaime es todo mucho mejor y el simple hecho de saber que lo tengo cerca, me hace sentir mucho mejor, más segura, más contenta... pero claro, el tiene que trabajar y eso se traduce en  9 horas sola, con todo lo que eso implica. Por ejemplo, me cuesta horrores algo tan básico como subir la tapa del váter y todos los días se me olvida decírselo y entonces me tambaleo como Nani Abascal cada vez que la naturaleza me llama por la mañana. Así mismo, en el baño se me cayó  también la muleta, y estuve como 20 min intentando, a través de contorsiones de cucaracha, alcanzar la muleta. De verdad era de risa. Cómo si estaba al lado mío, al resbalarse quedó tan lejos? Y así cada día una historia, de esas que te hacen ponerte creativa como cuando con las muletas intentas sacar de debajo de la mesa, la botella de agua que porculera como es, rodó.

Pero bueno, todas estas cosas hacen que te sientas el ser más inútil del mundo. Yo me imagino que hay mucha gente que no es así, a la que no le duele o con un índice de dolor más alto y entonces,  todo les resulta más sencillo y si le dicen plante, ellos plantan como vikingos, con dolor, pero felices de estar batallando. No hay nada entonces menos vikingo que yo...a mí todo me duele, me duele mucho y cuando comienzan los pinchazos, me siento fatal y me cago en todo, en la rodilla, en los médicos, en el trabajo, en la paga del servicio social que no llega,  en Banjo que el pobre se atraviesa, en Jaime, que pobre, todavía no es telépata y obvio que si yo lo que hago es llorar, pues el no puede saber qué cosas hacer para hacerme sentir mejor. Además, soy horrible, porque cuando me entran los ataques de dolor, me vuelvo super mala persona y sapos y culebras es poco lo que suelto. Para que le grite a Banjo cuando el pobre lo que está es nervioso, tengo que estar muy mal. Algún vampiro generoso que me obsequie un poco de V? debido a la ineficacia de la sanidad irlandesa , uno tiene que comenzar a buscar otros medios de alivio. 

Pero bueno, el hecho es que debido a todo esto que se puede contar y todo lo que no, mi familia que es maravillosa, hace acto de presencia mediante la enfermera más mala del mundo, mi mamá, pero que es lo que necesito a día de hoy. Mi mamá me hará compañía y como ella dice, viene para que me sienta más segura. Mi churro es maravilloso, porque de verdad lo es, pero una mamá es una mamá y yo me siento feliz de tener una mamá que se desvive por mi, y que le resulta imposible verme sufrir y conformarse llamando por teléfono. Nosotros no somos así, ella sabe que la necesito y entonces, ella es capaz de mover cielo y tierra, para acompañarme por segunda vez, en algo que solo ella sabe, lo duro que me fue cruzar la primera. 

El próximo viernes mi mamá estará conmigo y yo estoy feliz. Los tres estamos contentos y muy muy agradecidos. Qué ilusión!!!!!

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