lunes, 24 de octubre de 2011

No te rindas...

El tiempo ha pasado y sin embargo, aún te echo de menos... echo de menos conversar contigo y reírnos mientras construímos castillos en el aire, mientras te cuento los miles de planes que se me van ocurriendo, contarte lo mucho que me cuesta todo a este lado del mundo, que no es oro todo lo que reluce, que estoy aprendiendo portugués y que mi curso de Business puede ser un coñazo en ocasiones y super divertido en otras, que mi futuro laboral no puede ser más complicado, que disfruté mucho el verano con manta pero que me aterra el invierno... contarte las entrevistas surrealistas que he tenido y lo bien que me fue en España o de la ilusión que me hace visitar Milán el próximo mes porque Rocío se casa,   sin contar   las  veces que he tenido el pensamiento de lo fácil que hubiese sido antes llamarte o escribirte para pedirte consejo... y por supuesto, lo mucho que me gustaría saber de tí...

Hace muchos años, cuando cobré mi primer sueldo, me compré un libro de poemas de Mario Benedetti, este fue sin duda uno de mis favoritos. Es un poema que me gusta porque es guerrero, porque habla de la resistencia ante la adversidad  y porque  al final, nos demuestra que puede haber  esperanza.


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

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