lunes, 21 de junio de 2010

God Bless Lost

Por fin hemos visto el final de Lost... sin duda no defraudó, es cierto que te deja con millones de preguntas, pero esa es la magia de la serie, de la isla o quizás de la vida misma, porque en nuestro final, cada uno habrá podido dar respuesta a muchas preguntas y sin embargo, muchas otras se quedarán en el tintero, quizás para las generaciones venideras.

Lost fue una serie trascendental que llegó en el momento justo de mi vida, cada capítulo, representó muchos interrogantes pero también muchas respuestas. En un momento de mi vida en que muchas cosas eran dudas, Lost representó esa respuesta mágica que vale para cualquier persona y cualquier situación: lo importante es avanzar...el pasado no lo podemos cambiar, sin embargo, si que tenemos el poder de cambiar nuestro futuro, en compañía de los seres que nos aman y a los que amamos. ¿Hay mayor enseñanza que " si nos aprendemos a convivir juntos, vamos a morir solos"?  Creo que no... Perdidos entonces va más allá de una situación real y física, perdidos es cómo se encuentran cada uno de los personajes al comenzar la aventura que será la más importante de sus vidas: conocerse a sí mismos.

Durante gran parte de los 105 minutos de duración estuve llorando, escenas como la muerte de Sun y Jim, cada uno de los deja vu  de los personajes, la aparición después de tantos episodios de Vicent fueron sin duda momentos cumbres llenos de emoción y sobre todo de mucho sentimiento. El despertar no es siempre fácil y muchas veces nos aferramos a cosas que no pueden ser...por eso nos inventamos entonces nuestros propios mundos e islas, con la intención de justificar lo que pensamos verdadero aunque "verdaderamente" no haya por dónde agarrarlo.

Muchos misterios fueron entonces resueltos... sabemos de dónde vienen Jacob y su hermano sin nombre, aunque no sabemos quienes son los habitantes de esa  isla. Como testimonio de antigüedad, la estatua monumental de la que siempre hemos visto un pie... el templo, también parece de un tiempo "perdido", casi olvidado... La roca negra es eso... otro momento, otro accidente provocado por el protector, en busca de sucesores, candidatos, elegidos, encargados de custodiar el poder de la isla y así sucesivamente hasta llegar al accidente del Oceanic 815.

Tengo muchas ganas de volver a verla... puede parecer de locos, pero es así...es una serie tan genial que  puede volver a verse y ser disfrutada otra vez, tal y como ocurren con los buenos libros. De esta forma, Lost es a serie lo que Cien años de Soledad es a libros en mi biblioteca mental. Además, por si fuera poco, le gané la apuesta a Jaime... yo tenía claro que el próximo cuidador de la isla sería Hugo, lo de Jack, fue simplemente  el motor que permitiría equilibrar la isla para seguir funcionando y dar un toque magistral y redondo a la serie que comienza con Jack abriendo los ojos y termina con Jack muriendo en excelente compañía en el mismo lugar en el que comienza la aventura. 

No lo pude evitar... entre lágrima y lágrima, al final tuve que aplaudir, sencillamente porque Lost lo vale!