lunes, 21 de junio de 2010

Ya se fue...

Hoy Jaime se ha marchado a Dublin, nos hemos despedido más como un hasta luego, porque mañana nos volvemos a ver... fue un viaje muy intenso, especialmente para el pues creo que desde el día que se marchó verdaderamente no se había detenido a pensar en esa sensación que tan angustiosa de pensar: ¿Y ahora cuando? Sabemos que a principios de septiembre es nuestra mudanza definitiva, pero será un viaje relámpago, por lo que su verdadero último viaje fue este...

Y yo lo comprendo, la semana pasada, a medida que los niños se iban despidiendo por terminar las clases, no pude evitar sentir ese nudo en la garganta pues se que en muchos casos, sería la última vez que los viese sentados, hablando y riéndose...sería la última vez que les explicara cosas o que los regañara por no saberse la lista de verbos irregulares...

Este viaje ha sido intenso en ese sentido... Banjo estaba embobado con Jaime, como si no se creyera que verdaderamente estaba aquí con nosotros y por supuesto Jaime no pudo resistirse al hechizo de Banjo, ese que nos hace sentirnos feliz porque es el perro más mimosón del mundo, cuando sabemos que en realidad para el resto del mundo, está dando el coñazo...quizás por eso este y no otro, es nuestro perro...

Me queda ahora hacer la maleta y meter las cosas que el tuvo que sacar si no quería que le cobraran un pastón...tengo unas ganas locas de volver a Dublin...seguro que me lo paso super bien en este verano irlandés... además, estoy tan cansada de niños y clases, que creo que soy merecedora de este relax de 15 días... obviamente mil gracias a mi cuñada, que sin ella, absolutamente ningún plan pudiera llevarse a cabo.