domingo, 18 de abril de 2010

Domingo de investigación


Los fines de semana son largos y aburridos, eso ya lo he dicho muchas veces y últimamente, los suelo utilizar para estudiar, aunque suene extraño el hecho de estudiar siempre me ha gustado, por escoger pues me gustaría ir a una universidad y sentarme en un pupitre y tener exámenes y todo el rollo que implica estudiar. Reconozco que puede ser un pasatiempo un tanto friki, especialmente para aquellos que se encuentran felices de haber dejado atrás su faceta de estudiante para dedicarse plenamente a la profesional.

Siempre he pensado que si alguna vez me ganara la lotería, podría hacer todo aquello que no he podido hasta ahora. Haría el posgrado de El País en periodismo, y haría un posgrado en Estudios Culturales, quizás haría un curso en literatura hebrea, asiática o árabe o realizaría el curso sobre lenguaje de signos...con tanto dinero, creo que siempre encontraría algo nuevo e interesante por descubrir, sin contar todo lo que haría " in situ" viajando alrededor del mundo, en algo más que 80 días.

Pero claro, en el mundo real no hay loterías ni Kino ni triple gordo ni primitiva. Por no haber no hay ni cupón de la once. Lo que implica que muchas cosas tienen que ser trabajadas de forma alternativa. Hoy en día, cuando mi mudanza está cada vez más cercana, he decido volver a indagar sobre literatura, arte e historia, en este caso particular irlandesa. Creo que en muchas ocasiones la verdadera aceptación de una nueva cultura se logra mediante el conocimiento ya que creo que todo aquello que nos resulta desconocido nos produce miedo.

Y yo no quiero que Irlanda me produzca miedo, no quiero tener esa sensación del miedo o ridículo comiéndome la cabeza. En esta vida hay que ser arriesgados, hace unos años lo hice, aposté y salí ganando... hoy, varios años después, pues estoy más nerviosa, será verdad eso que a medida que nos hacemos mayores, algunos miedos se afianzan...de cualquier forma, creo que ya es tiempo de darme yo misma el valor que tengo, ni más ni menos que nadie, simplemente el que tengo, suficiente para llegar y encontrar nuevamente mi " hogar" en aquél país, ya que para mi, el hogar no tiene dirección postal, sino que es simplemente un sentimiento.