jueves, 22 de abril de 2010

Celebrando el Bicentenario

No me lo puedo creer. Pocas cosas levantan urticaria de solo mirarlas.  Este obelisco bolivariano es una de las manifestaciones "artísticas" que el gobierno de Chávez pretende dejar como legado ¿cultural? al pueblo venezolano.

¿Un obelisco?En un país contradictorio, donde no tener servicios es bueno y donde ser rico es malo, se erige un obelisco que parece gritar "Satán es mi señor". Teniendo su origen un sentido religioso, en Venezuela es simplemente el ego e ignorancia  de Chávez que nace en tierras venezolanas y se extiende hasta el cielo... para iluminar los cielos de la ¿plaza del venezolano?, aunque con los racionamientos incoherentes de luz que hay, a lo mejor el monumento alumbra Caracas a media tarde.

De cualquier forma, desde cualquier perspectiva, el monumento es horroroso, los colores son terribles y al ministro, no se le ocurre decir nada mejor que:  "Son los colores de Villanueva". Por favor, si Villanueva abriera los ojos, se volvería a morir o quizás simplemente se los arrancara...prefiriendo la oscuridad eterna aunque con la terrible sensación de quedar grabada en su memoria, aquella estructura diabólica, enemiga del arte y el buen gusto, que corona para expandir durante los actos de celebración el ego y la necesidad de gloria de un gobernante que aún parece no comprender que los hechos reales son los que pasarán a la historia   (delincuencia, violencia, escasez, racionamientos, deudas, emigrantes) y no el mamotreto que ha colocado... sino que se lo pregunten a la estatua de Sadam Hussein.  

Llevar los colores de Villanueva  no significa absolutamente nada, de hecho, lo importante de Villanueva no son los colores sino el haber creado una Caracas moderna, donde su obra más importante, la Universidad Central de Venezuela  ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la síntesis de las artes que logra. 

Sin embargo, quizás eso Chávez no lo sabe o quizás no lo sabe el ministro que hace un paralelismo entre ambas obras. De cualquier forma, lo más triste de todo es que este tipo de noticias no impresionan, mientras más enrevesada sea la historia, el nombre del gobierno venezolano tiene más papeletas para salir con letras mayúsculas y seguramente rojas, el color de la revolución y no de Villanueva...