miércoles, 13 de enero de 2010

La maldición!

Aveces pienso que algunos territorios tienen una especie de maldición encima...lo que ha ocurrido en Haití es sin duda una muestra de esta maldición terrible que sufren gran cantidad de paises  que además de tener la lacra de ser uno de los paises más corruptos y pobres del mundo, tienen además el infortunio de ser  paraisos de catastrofes naturales.

Durante varios años seguidos, tuve la oportunidad de presenciar en primera persona terribles huracanes que asotaron el Caribe... Andrew, sin duda fue uno de los más duros...salir a la calle el día siguiente era realmente deprimente, te encontrabas coches volcados, postes de luz en el suelo, lavadoras y neveras en medio de la carretera, suciedad... todo esto sin contar los problemas de luz, agua y teléfono que en muchas zonas de la isla desaparecieron por completo.

Pero nada como la desolación que he visto en Haití...todo ha sido destruido, la pobreza entonces inunda absolutamente todo, incluso en la mirada de los hombres y mujeres que deambulan por las calles de una ciudad destruida, se puede sentir la tristeza de haber perdido incluso parte del alma, porque sin recuerdos no somos nada y cuando todo se pierde, no añoramos en primera instancia las cuatro paredes, sino quizás, el cuadro pintado por el abuelo, la foto de la boda o del bautizo de los niños...

Creo que el impacto ha sido bárbaro en todos, pero creo que la importancia de las desgracias a nivel mediático va ligada al número de kilometros que nos separen. Seguramente  si la misma desgracia hubiese ocurrido en Lisboa, Grecia o Marruecos, los telediarios no fuese el único espacio mediático, sino que también existirían programas especiales donde se siguiera el desarrollo de los hechos de forma más cercana. Y con esto no quiero decir que me paresca bien la contaminación en la televisión, en tragedias anteriores como los atentados de los trenes o el accidente en Barajas, llegó un momento en que decidí no encender la tele, tanta desgracia junta parece agotar incluso al más alegre de todos.

Solo creo que debemos ser más responsables  y no rescatar a los paises pobres solo cuando sufren desgracias como la de Haití. Quizás si estos paiíes estuviesen más presentes en nuestro día a día, las infraestructuras no fuesen tan deficientes, los gobiernos no fuesen tan corruptos, la mortandad no fuese algo habitual y el mundo en general no fuese tan 911, que solo actúa ante los desastres, vanagloriándose incluso de eso, cuando es lo menos que puede hacer...

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