¡Año nuevo, vida nueva! Eso es lo que suele decirse en Venezuela... la verdad es que los años anteriores solían tener pocas novedades, siempre existen excpectativas, ilusiones, esperanzas, sueños, pero nunca nada tan real como esto que nos espera este año...un cambio de paisaje total y no puedo evitar el sentirme nerviosa e incluso algo miedosa ante los nuevos cambios que se nos avecinan....
Sin duda creo que es una gran oportunidad, una oportunidad de esas pueden marcar una vida, porque conocer es siempre positivo y si lo haces en otra lengua, lo es muchisimo más...Pero el cambio se presenta entonces como un mundo nuevo, del que tengo gratas referencias, pero una cosa es lo que te cuentan los turistas y otra cosa es la experiencia de vivir.
Por suerte, mi cambio no es tan radical, especialmente porque no es nada inmediato, en mi vida aún la mudanza se perfila a lo lejos, pero sin embargo, Jaime la tiene casi encima... este cambio implica el volver a depender del teléfono, el internet y los aeropuertos... de las idas y venidas, de las noches largas y en ocasiones tristes, la ausencia que aveces carcome y en otras ocasiones te demuestra que tienes a tu lado una persona maravillosa que te hace profundamente feliz, sino fuese así, no lo extrañarías tanto...
Apenas comienza el proceso, el cual se pinta largo y en ocasiones tedioso y horrendo, pero bueno, ya dicen por ahí que quien algo quiere, algo le cuesta, así que tendremos que comenzar a sacar cuentas mentales de los millones de cambios que se nos avecinan y que tendremos que afrontar con la mejor de las sonrisas...
1 comentario:
Eso, hay que estar positivo y ya verás que todo es para bien...que yo sé lo que es cambiar de país y de idioma y es una aventura maravillosa...cansada muchas veces, pero maravillosa.
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