Hace poco leía un artículo sobre las dificultades, cada vez mayores, a las que se enfrentan las parejas que desean tener descendencia.( 1 de cada 6 parejas) Según el estudio, entre las razones más comunes se encontraban el acelerado ritmo de vida, la edad de los padres (cada vez más avanzada), la alimentación y por último, la vida sedentaria.
Todo esto al final se traduce en una incompatibilidad entre el reloj biológico y el reloj social o laboral. Mientras que para la mujer el mejor momento biológicamente hablando para la concepción es entre los 25 y los 30 años, (uy, se me pasó el arroz) resulta que suele ser también un momento en que la principal prioridad resulta ser el desarrollo profesional y el acomodo real que se traduce en la independencia, la compra de vivienda, etc. Algo similar ocurre en el hombre y de esta forma, la concepción va quedando aplazada, por no ser considerado el momento adecuado….
Cuando ese momento por fin llega, resulta que surgen millones de problemas…problemas con nombres espeluznantes que ni siquiera sabías que existían….entonces comienzan las carreras, los tratamientos, las depresiones, las ilusiones y los fracasos… comienza todo aquello que quizás unos años antes no hubiese ocurrido. Y es que en este tema, el tiempo, no lo cura todo, por el contrario, el tiempo, termina fastidiándolo todo.
Antes lo único que necesitabas era un condón roto, un odio profundo de ambos padres por la pareja del hijo/a, un momento inadecuado, un descuido, una diarrea…ahora…se necesita, como dirían en Venezuela, echarle un montón de huevos, amor y polvos…que el amor por si solo, está demostrado que no engendra nada, por lo menos, no un bebe.
Y bueno, los polvos se hacen entonces cronometrados, no cuando surgen, que pueden ser impertinentes, sino cuando tocan, porque un bebe no llega como antes, sino que hay que buscarlo y requetebuscarlo…que si la temperatura, que si la postura, que si la luna, que si yo primero y tu después…hoy si y mañana no, porque pasado es crucial y no se pueden gastar…. Y todo eso en muchas ocasiones no sirve para nada, porque resulta que puede ser un problema de espermatozoides, vagos, escasos, maleantes, atontados y existencialistas, que no saben lo que son, ni para dónde van…
Quizás todo consista en recrear un tiempo pasado…en irte de peyas, y hacerlo rápido, porque en cualquier momento puedes oír la voz de tu madre que justo ese día ha salido pronto de trabajar.
Todo esto al final se traduce en una incompatibilidad entre el reloj biológico y el reloj social o laboral. Mientras que para la mujer el mejor momento biológicamente hablando para la concepción es entre los 25 y los 30 años, (uy, se me pasó el arroz) resulta que suele ser también un momento en que la principal prioridad resulta ser el desarrollo profesional y el acomodo real que se traduce en la independencia, la compra de vivienda, etc. Algo similar ocurre en el hombre y de esta forma, la concepción va quedando aplazada, por no ser considerado el momento adecuado….
Cuando ese momento por fin llega, resulta que surgen millones de problemas…problemas con nombres espeluznantes que ni siquiera sabías que existían….entonces comienzan las carreras, los tratamientos, las depresiones, las ilusiones y los fracasos… comienza todo aquello que quizás unos años antes no hubiese ocurrido. Y es que en este tema, el tiempo, no lo cura todo, por el contrario, el tiempo, termina fastidiándolo todo.
Antes lo único que necesitabas era un condón roto, un odio profundo de ambos padres por la pareja del hijo/a, un momento inadecuado, un descuido, una diarrea…ahora…se necesita, como dirían en Venezuela, echarle un montón de huevos, amor y polvos…que el amor por si solo, está demostrado que no engendra nada, por lo menos, no un bebe.
Y bueno, los polvos se hacen entonces cronometrados, no cuando surgen, que pueden ser impertinentes, sino cuando tocan, porque un bebe no llega como antes, sino que hay que buscarlo y requetebuscarlo…que si la temperatura, que si la postura, que si la luna, que si yo primero y tu después…hoy si y mañana no, porque pasado es crucial y no se pueden gastar…. Y todo eso en muchas ocasiones no sirve para nada, porque resulta que puede ser un problema de espermatozoides, vagos, escasos, maleantes, atontados y existencialistas, que no saben lo que son, ni para dónde van…
Quizás todo consista en recrear un tiempo pasado…en irte de peyas, y hacerlo rápido, porque en cualquier momento puedes oír la voz de tu madre que justo ese día ha salido pronto de trabajar.
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