¿Envidia de la buena? si, seguro... de la buena buena... Por Dios! no existe ese sentimiento, la envidia por definición enciclopédica, religiosa y cultural es mala, mires por donde lo mires, la envidia buena no existe, es solo que nos da una vergüenza terrible reconocer delante de la otra persona o quizás del mundo, que nos moriríamos por eso que posee y que nosotros, solo bebiendo nestee, podemos poseerlo en sueños.
Según la Real Academia Española, la envidia es:
(Del lat. invidĭa).
1. f. Tristeza o pesar del bien ajeno.
2. f. Emulación, deseo de algo que no se posee.
Es decir, debemos aprender a nombrar las cosas por su nombre y no confundirlo con el egoísmo. Egoísmo es otra cosa... es hacer las cosas por un desmedido interés personal, sin importarnos lo que ocurra con los otros...el envidioso, en sí mismo, no tiene por qué ser egoísta, porque si consiguiera el objeto deseado, no le importaría que otro tuviera uno igual, aunque si el objeto en cuestión es el último en existencias, seguramente que el envidioso sería capaz de todo y convertirse en una persona maravillosa: un envidioso egoísta.
Aveces me siento un poco envidiosa, creo que es el pecado capital del que me siento más avergonzada..porque al fin y al cabo, la lujuria, la gula e incluso la pereza, pueden disfrutarse... pero...¿la envidia? Se que soy afortunada y que debo ser agradecida, pero en ocasiones, me siento baja de moral y quizás como forma de escape, me gusta pensar que mi vida sería mucho más sencilla, si el mundo, me devolviera parte de que lo que tontamente pienso que me debe... En fin, será esto el hacerse mayor, el ver como el esfuerzo no siempre conlleva un premio, sino que en muchas ocasiones, cuando los días están grises, conlleva un dulce resentimiento.
Según la Real Academia Española, la envidia es:
(Del lat. invidĭa).
1. f. Tristeza o pesar del bien ajeno.
2. f. Emulación, deseo de algo que no se posee.
Es decir, debemos aprender a nombrar las cosas por su nombre y no confundirlo con el egoísmo. Egoísmo es otra cosa... es hacer las cosas por un desmedido interés personal, sin importarnos lo que ocurra con los otros...el envidioso, en sí mismo, no tiene por qué ser egoísta, porque si consiguiera el objeto deseado, no le importaría que otro tuviera uno igual, aunque si el objeto en cuestión es el último en existencias, seguramente que el envidioso sería capaz de todo y convertirse en una persona maravillosa: un envidioso egoísta.
Aveces me siento un poco envidiosa, creo que es el pecado capital del que me siento más avergonzada..porque al fin y al cabo, la lujuria, la gula e incluso la pereza, pueden disfrutarse... pero...¿la envidia? Se que soy afortunada y que debo ser agradecida, pero en ocasiones, me siento baja de moral y quizás como forma de escape, me gusta pensar que mi vida sería mucho más sencilla, si el mundo, me devolviera parte de que lo que tontamente pienso que me debe... En fin, será esto el hacerse mayor, el ver como el esfuerzo no siempre conlleva un premio, sino que en muchas ocasiones, cuando los días están grises, conlleva un dulce resentimiento.
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