lunes, 6 de enero de 2014

Mi vida sin hijos.

Post a continuacion de: Y a ti que te importa publicado hace mas de tres veranos...(http://callejando.blogspot.ie/2010/09/y-ti-que-te-importa.html)

Hay gente que tiene hijos y que se considera parte de un grupo o secta especial. Que mira al resto como si estuviésemos incompletos y sinceramente me parece muy injusto y muy retrógrado. Sea cual sea la razón de la ausencia de los niños, pensar que el no tener hijos, te hace perderte y además, no comprender  una inmensa parte de la vida, pues no la comparto. Yo no tengo hijos porque no puedo, así de sencillo, y no creo que eso me haga una mujer más infeliz que a las mujeres que si los tienen... creo que la felicidad va más allá de úteros y  pañales.  

Intento respetar siempre los puntos de vista de cada quien. Respeto profundamente a quien decidió tener hijos, respeto igualmente a los que decidieron no tenerlos, respeto a los que luchan y se endeudan en busca de algo que no es seguro,  respeto a los que como yo, son inseguros, y no saben a ciencia cierta cómo asumir este papelón que tienen encima, con esos días en los que creen que si, que hay que darlo todo y otros, en los que entran en pánico e hiperventilan de solo imaginarlo. 

Al principio, es complicado, y no sabes como asumirlo. Luego te obsesionas y no paras de ver gente embarazada, de ver coches de bebes, niños por las calles,  publicidades de bebes... entras en las tiendas sin nada que comprar, sin ni siquiera tener la excusa de estar buscando un regalo. Es solo una necesidad no sé si física o mental...algo similar al Nesting, pero más cutre, porque no hay nido que preparar. En mi caso, el destino me reservó un medio nesting y esa necesidad de comprar, de pensar, de leer, la pude volcar de alguna forma y creo que entonces, me ayudó a superar esa etapa de una forma más sana y menos frustrante.

Es una etapa negra, en la que por edad, tus amigas comienzan a tener hijos y más hijos y cada llamada de teléfono es una puñalada en la que te alegras y deseas lo mejor, pero no puedes evitar colgar el teléfono y derrumbarte, derrumbarte y llorar y llorar y llorar hasta quedarte dormida, hasta que al día siguiente estás ronca. Te sientes entonces mala persona, te sientes egoísta. Cómo es posible que una noticia tan linda se convierta en algo tan triste luego... y de verdad, no es que no me alegrara, pero cada nuevo embarazo, cada regla que bajaba, cada pequeña cosa,  me recordaba una y otra vez, que lo que más deseaba en el mundo, aquello que creía me daría la felicidad absoluta, resultaba ser imposible, por lo que en mi mente cuadrada, si en eso que no existía, radicaba mi felicidad absoluta, era imposible que yo fuese feliz. Bruta... bruta sin fronteras. 

Poco a poco, las cosas van doliendo menos y tu misma te obligas a ver otras cosas, otras vidas, otras posibilidades, otros mundos.  De ves en cuando, hay algo que  te  recuerda el no poder tener un bebe como cuando ves Up o en ocasiones será  un libro como Blue Nights de Joan Didion, en el que la  posibilidad de la adopción te hace pensar... ya no solo es que no puedas tener hijos, y sientas que todo el amor del mundo que tienes para dar, ser marchita, sino además, se incrementa el miedo  por cosas como: y si adopto? es lo que quiero? de verdad lo querré igual que a uno natural? y me querrá él a mi? sabré hacerlo bien? Obviamente, son preguntas que se hacen todos los padres naturales, pero en este caso, tienen una doble carga emocional... y si mi destino es no tenerlos? y si no los tengo por alguna razón? Por una razón mayor a mi y a todo lo que comprendo. Una razón que mis ojos terrenales y mi corazón más terrenal aún, se le escapa. 


Por suerte, la vida es cambio, es evolución y lo que pensábamos que nos iba a matar en su momento, resulta que cicatriza, aunque lamentablemente no desaparece.  Por decirlo de alguna forma, tengo mi espinita y se me moriria de la alegria si un dia descubro que estoy embarazada...pero ahora cuando me llaman para darme la noticia, resulta que me alegro, me alegro de verdad y no hay dramas posteriores. Sigo viendo las tiendas de niños, pero ya no me enfoco en la ropa de recién nacidos, sino que veo la de 1,2,3,4 años...

Hoy en día quiero pensar que lo que tendrá que ser será, y que lo que sea, bien recibido será. Tener hijos tienes cosas maravillosas, pero también tiene sus consecuencias. No tenerlos, tiene sus consecuencias, pero también te ofrece otras oportunidades. Hay que ver el lado positivo de las cosas y con todo esto aprendí  que los hijos son una bendición, pero también son una gran responsabilidad... 

Mi vida intento que este completa, completa de verdad aunque no hayan ninos. Me ha costado mucho tiempo entender y asumir la felicidad sin ponerle peros... Lucho por ser feliz  conmigo misma, por no enjuiciarme y ponerme grilletes que no llevan a ningun sitio.  Aun siento tristeza, pero lucho con ella cada vez que viene y me repito que no es justo sentirme mal...asi como la gente que tiene cancer no es cancer, la gente que no tiene hijos, no es menos gente, es solo eso, gente que no tiene hijos, pero que puede conseguir todo lo que se proponga. 

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