jueves, 3 de enero de 2013

Feliz cumple princesa...

Tal día como hoy pienso en ti y pienso en todos aquellos que no están cerca y no puedo evitar sentirme un poquito triste. Es tu cumple, tu primer cumple y yo sigo sin poder darte el primer beso, el primer mimo, el primer te quiero, sin celulares o computadoras de por medio. Ayer no te vi saludar como la protagonista que eras ni saltar la cuerda con tu papa, hinchado como un gallo, del orgullo de tener la niña más linda del mundo en sus brazos. No te vi cantar el cumple ni cambiarte de atuendo cual anfitriona del Miss Venezuela....



Y aunque me sentía feliz, me dio una gran tristeza, porque tener una tía en Dublín es sencillamente una porquería como una catedral de grande. Y entonces me dan celos y envidia, dos sentimientos horribles, que siempre son malos, aunque cuando seas mayor oyas eso de " envidia de la buena" pamplinas, eso no existe, es simplemente envidia pura y dura, de esos que están a tu lado y te ven crecer a diario, de esos que oyen tus primeras palabras y tienen la dicha de estar contigo incluso cuando te pones intensa y te arrechas porque no se hace lo que tu quieres.

Mi niña linda que sepas que hoy en especial pienso en ti pero que la verdad verdadera es que siempre siempre estas presente. Aunque suene paradójico, ser una tía en la distancia es lo que tiene y me da muchísima rabia, porque esté sentimiento de estar lejos y no conocer a mis sobrinas como quisiera, no es nuevo. En ocasiones es la distancia en otras, decisiones ajenas, pero el resultado siempre es el mismo... una ausencia que siempre entristece. 

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