Homenaje (Primera parte)

Solo unos pquitos, en el ùltimo viaje de mi tìa Sonia a Venezuela

Tengo una familia particular pero muy especial. Me encanta que sea particular porque eso nos hace especiales...somos raros, con millones de historias, hijos secretos, nietos de mentira, historias  de fantasmas, mondongos, apellidos varios,  acentos gochos, acentos boricuas,  acentos gringos. Mi familia es grande y es una familia muy unida., aunque la unificaciòn no pueda demostrarse por apellidos. Vamos por encima de los àrboles genealògicos y nos acercamos a la genialidad.

Siempre nos vemos, y siempre surgen  millones de excusas para vernos y sobretodo para comer y  reirnos, porque en mi familia comemos y nos reimos mucho. Da igual donde estemos, siempre estamos juntos, porque la distancia aveces puede ser enorme, y sin embargo, hay mucha cercanìa. Sabemos todo de todos, somos como  gargantas profundas que vamos pregonando por aqui y por allà lo que vamos sabiendo y hoy en dìa con el facebook, la labor es mucho màs fàcil e inmediata...ademàs, somos una familia emigrante, y andamos repartidos por el mundo, quizàs porque pensamos que no somos àrboles para echar raìces en un sitio y que como los caracoles, nuestro hogar siempre lo llevamos a cuesta, en nuestro caso... el hogar no son cosas, son olores, son recuerdos, es un plato de caraotas negras o unos golefados. Pero lo mejor de todo es que para nosotros, es un lugar maravilloso al que siempre se puede volver, aunque sea a travès de melancòlicos recuerdos.

Una familia grande tiene la fortuna de ser una familia variopinta, y de la que puedes aprender mucho, yo de la mìa he aprendido esto:

De mi abuela la fuerza de una mujer adelantada a su tiempo, rebelde e independiente, que sentìa una inmensa debilidad por sus chicos. 

De mi tio Yoryi, aprendì la pasiòn por la lectura, el amor por los cuentos de Teresa de la Parra, la honradez absoluta y su entrega  hacia los libros, porque siempre supo que la mejor historia, aùn no se ha contado, pero que puedes ir descubriendo con la historia de la literatura còmo se va forjando.  Ademàs claro està, del palabro: ¡Confiro!

Tìa Romy

De mi tìa Romy, ese cariño siempre incondicional, siempre temprano, siempre presente. Con un corazòn inmenso y que piensa que el hombre es bueno y que la educaciòn es la mejor herencia que se puede dejar.

  

De mi titi Sonia, millones de recuerdos, viajes a Puerto Rico, atrapando coquis por Bayamòn...te fuiste demasiado pronto, y nunca perdiste la sonrisa. Me enseñaste lo  importante de tener un alma liviana y  la fuerza que se puede esconder detràs de la voz màs dulce. 

De mi tìa Sol, la sencillez, el amor por sus hijos, por la chinotto :-) Por la historia màs romàntica del mundo como es la de compartir durante años una arepa, no porque no pudiera hacer màs, sino porque " siempre lo hicimos asi"

Y de mi tio Edgar, la sencillez, la humildad, la honradez, el trabajo duro, la lealtad...

De mis tios Freddy y Sonia, aprendì la importancia de la uniòn, del cariño, de la complicidad en una pareja, del amor por un paìs.  Hoy en dìa son unos abuelos todo terreno, que me hicieron sentir cada verano, cada navidad, como una hija màs y que me dieron el mejor regalo: una familia un poquito màs grande.

Mi tìa Yadira, sin duda una de mis debilidades, porque mi tìa Yadira es como una segunda madre para mì. De ella he aprendido el poder de la convicciòn personal sobre las ideas, la pasiòn por el trabajo, la honestidad, el valor de  la palabra dada, de la ayuda incondicional, de la compañia, de la lealtad. Porque mi tìa es fiel y si te quiere, irà al fin del mundo contigo.

De mi tìa Edda, las mùltiples recetas, el amor por el arte, y la libertad. Mi tìa ha vivido como ha querido, y ha aceptado las consecuencias con la entereza de saber " que me quiten los bailado". Es pasional, y quiere con locura. Me quiere a mi y yo la quiero a ella, porque juntas hacemos un team gastronomico envidiable. Ademàs, es alegre y divertida. 

Mi familia es maravillosa, y por supuesto para mi es la mejor del mundo... me han dado una vida estupenda y a dìa de hoy cuando ya soy una mujer adulta hecha y derecha, me siguen haciendo sentir como una princesa. A todos muchas muchas GRACIAS.