miércoles, 8 de septiembre de 2010

Dos cronopios que se enucentran en el cable del telèfono

A veces  una simple llamada, una idea, una frase, te cambia el dìa y es genial cuando ocurre para bien. Hoy que ha sido un dìa largo y cansado  en el que recibì una llamada de Jaime, normal, habitual y de repente, la magia"estoy viendo una entrevista a Cortàzar y està muy bien".  Y para mi que Cortàzar es tan inmensamente grande,  supone algo maravilloso.

Puede sonar tonto, incluso cursi, pero es genial cuando despuès de diez años de relaciòn siguen surgiendo momentos de una conexiòn absoluta, en la que ambos  descubrimos un sìmbolo, un nuevo enlace en este cadena tan hermosa que hace unos años comenzamos a fabricar y que està plagada de orden y desorden, de canciones y libros, de country y merengue, de pasiòn y tranquilidad, de realidades surrealistas que convierten en  rutinario lo màgico.
Hoy entonces, estoy màs enamorada de Cortàzar, sencillamente porque ha sido una ventana desde la que veo mi realidad  con Jaime como un paraiso que quizàs toca lo irracional y lo fantàstico, lo que me confirma que en  nuestra  vida, lo "real y lo fantàstico" se entrecruzan constantemente y nos convierten en amantes còmplices. 

Al igual que Cortàzar, creo que "mis dioses estàn en la tierra" y sin duda, ÈL es uno de ellos.

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