Qué falta me haceis todos... tengo ganas de cocinar, especialmente postres...
Y claro, es un peligro, al estar sola, pues solo me los puedo comer yo y luego el sentimiento de culpa es catastrófico, por lo que no resulta buena idea hacerlos...
De cualquier forma, tendré que especializarme en postres fríos, como mi horno no furula, los postres deben adaptarse.