sábado, 1 de mayo de 2010

Mi mayor cambio

Desde que se ha ido Jaime a Dublin han pasado muchas cosas. Mi vida ha cambiado bastante porque de ser tres, hemos pasado a ser diariamente dos. No hay charlas nocturnas, ni risas, ni despertadores, tampoco hay grandes facturas en gasolina, ni largas horas en la carretera... no hay nada de eso. Algunas cosas es maravilloso no tenerlas, creo que el cambio ha sido positivo para Jaime, porque creo que es una experiencia el vivir solo, buena o mala, pero una experiencia importante. Igualmente, a nivel laboral está contento, creo que es una empresa joven por lo que continuamente hay nuevos retos y sobre todo retos que cuando son conseguidos, son recompensados. Sin ir muy lejos, ayer para celebrar el cierre de campaña en EEUU, los llevaron a un pre - estreno privado de Iron Man...el cine solo para los chicos y chicas de Jolt y para cerrar con broche de oro, disfrutar de una comida estupenda.  Creo que algo así, nunca hubiese ocurrido aquí en España, donde lo positivo parece pasar casi desapercibido y es lo negativo lo que se machaca. A nivel psicológico es genial cuando te dicen cosas como: ¡genial, buen trabajo, bien hecho! Cuando sabes que algo se valora, el ánimo siempre mejora, porque a todos nos gusta se reconocidos.  Si a todo esto le sumamos que está a solo 20 minutos del trabajo andando, la experiencia podemos resumirla como muy positiva.

En mi caso, pues no he tenido grandes cambios. Mis días transcurren entre clases y niños.  Sin embargo, donde si he tenido un cambio considerable es a nivel emocional. En ocasiones me siento en una montaña rusa llena emociones, buena, malas y muchas veces contradictorias... pero lo más significativo es lo llorona que estoy. Siempre me he burlado de mi madre por ser tan llorona, sin embargo, a día de hoy le gano con creces. Lloro por todo, por los programas de la tele, por el telediario, por el programa del encantador de perros,  porque Jaime viene en junio, porque voy a verlo a finales de  mayo, por "pelo, pico, pata", por la publicidad de Sanitas, que por fin creo que la quitaron, por la publicidad de Renfe que me parece preciosa...en fin, un llantén que no es normal...estoy suceptible, mariquita...

Aunque está siendo una experiencia para los dos, yo quiero que se acabe ya...ya me aburren tantos días sola, tantos fines de semana aburridos, tanto niños, tantas clases... estoy segura que en algún momento, los echaré de menos, pero ahora tengo ganas de que desaparezcan. ¿Qué puedo hacer? Me encanta estar cerca de Jaime y mi vida es mucho más feliz cuando estamos cerquita y me puedo dormir en el huequito.... ¿será que siempre he sido una cursi?

Por cierto, Feliz día del trabajador!