lunes, 24 de mayo de 2010

Crónica de una emigración anunciada...

En el cole:
Fanny: Los Angeles
Maria del Mar: Madrid
Marifel: Jaén
Patricia Ruda: Barcelona
Patricia Figuera: Panamá
Kenya: Argentina
Roma: New Mexico
Carlos Cortés:  Texas
Maria Gabriela: Londres- Caracas- intentando irse a cualquier sitio
Andrea: Chile
Michelle N: Canadá
Michelle M:  Tampa
Nadira: Ft Lauderdale
Maria Elena: Madrid
Carolina Goicoechea: Washington DC
Jennifer: Panamá
Pierina: Italia
Mariely:  San Francisco
Emiliana: Chile
Verónica: Madrid

Cuando estaba en el cole, me parecía lo más normal del mundo estudiar con argentinos, árabes, portugueses, españoles, italianos... jamás fueron "extranjeros", como se entiende aquí en España...¿Cómo iban a serlo si estaban en el pupitre de al lado? Esa clase multicultural, es sin duda una de las cosas más estupendas que hoy en día valoro. No sé por qué si en muchas cosas somos iguales, hay gente que se mata por sacar únicamente aquello que nos hace diferentes, aunque particularmente creo que no incompatibles. Cuando estudiaba el "extranjero" siempre era el guay, porque hablaba diferente a nosotros, porque bailaba y sabia mover la cabeza como aparecía en la pelis egipcias, tal y como lo hacía Anás o quizás porque cuando te invitaban a sus casas, tomábamos un té lleno de hierbas con un pitillo de metal y unos dulces rebosantes de dulce de leche. Ha existido algo mejor que tener una compinche italiana? Ha existido algo mejor que ir a comer en casa de tu compi italiana? No lo creo.


Escuela de Letras/UCAB
Isabela: Nueva York

Luisana: Italia
Melissa: Barcelona
Silvia: Barcelona
Maria Consuelo: Barcelona
Mariana: Canarias
Juan Pablo: Bogotá
Rocío: Barcelona
Caline: Canadá

Lot: Estambul
Próximamente:  Dublin

Poco a poco nos vamos, poco a pocos los caminos se retuercen y se  encuentran en el facebook. Poco a poco, ya no son posibles los reencuentros de clase, ya no hay casi nadie...esto parece una breve síntesis de la emigración venezolana, lo peor de todo, es que creo, que si hay un inmigrante malo, con morriña constante y sonante, es el venezolano...tenga un año o 40 fuera, siempre sueña con que lleguen los torontos, las ovolamtina y comerse una buena cachapa!