miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Convertir en virtud un defecto?

¿No les pasa que en ocasiones a la gente se le llena la boca diciendo que ellos dicen lo que piensan? Y yo me pregunto ¿ eso es bueno?  Os imagináis el mundo si todos fuésemos diciendo en cada momento todo lo que pensamos? Da igual a quien o por qué, ante todo, seríamos sinceros, aunque particularmente, considero que de ser así, viviríamos a tiros, porque la sinceridad, no es siempre sinónimo de educación, por el contrario, para mí, la sinceridad, puede ser en ocasiones un arma terrible... y todo lo que conlleve dolor, no puede ser bueno.

De esta forma, aborrezco profundamente la sinceridad de periodistas e ilustres que han catalogado de forma terrible la aparición de las niñas de ZP junto a Obama... Particularmente pienso que éste no era un acto oficial, y que además, quien es el presidente de España, va dentro de lo que puede el pobre, bien vestido....entonces, ¿Qué más da cómo van ellas? Yo, aunque a Zapatero lo tengo últimamente atravesado, me parece estupendo que de la libertad a sus hijas de ir vestidas como quieren, porque a esas edades, en enero soy gótica, en abril con las flores, me siento más hippie, en noviembre me ha crecido el flequillo y  me va el rollo EMO y ya en diciembre, en contra del consumismo comercial, me siento punk. Vamos, como las compresas de Ausonia....

Eso solo demuestra que España en muchos aspectos es rancia y pija y que intenta siempre criticar al otro, con la esperanza de tapar un poco lo suyo, que por supuesto no es nada bueno.... lo peor de todo, es que si América Latina recibió en su bagage cultural gran cantidad de herencia burocrática, no se quedó atrás en el chismorreo y cotilleo, mejorando en muchas ocasiones a la maestra.


He vivido entonces en sociedades donde predomina lo que parece que eres o lo que parece que tienes, sin importar  lo que verdaderamente tienes, como dirían algunos: " lo que ocurra de puertas para adentro eso a nadie le importa" y jope! si que importa, cómo no va a importar? Habría que comenzar a romper esquemas o quizás a formar unos nuevos, donde podamos ser amalgamas variantes y contradictorias...

O es que acaso un hippie no puede gritar : ¡Paz y amor y el plus pal salón! ?  Si, si que puede... o por lo menos, molaría que lo hiciera....

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