miércoles, 29 de agosto de 2012

The Newsroom




Ayer vi el último capítulo de la temporada de Newsroom y la verdad es que estoy super enganchada, cual yonki que un día por fin comprende que la dosis semanal se le ha acabado y en el futuro no hay nada  que le entusiasme igual. Se despide del 2012 como lo hizo Madmen y el 2013 es algo que en mi calendario personal  aparece bastante lejano. 

Para quien no haya visto esta magnífica serie,  decir que es obra Aaron Sorkin, y que esto garantiza una serie muy rápida, en ocasiones trepidante, donde los minutos pasan con la misma velocidad con que los personajes disparan ideas nacionales e internacionales, pues son parte de un telediario , tan increíble como ficticio, que arranca en el pasado, de forma de poder presentar hechos reales con la sabia distancia que otorga el tiempo. 

Y sobre todo, los personajes enganchan desde el comienzo. Incluso es increíble ver a Jeff Daniels es un papel carismático y bordarlo, cuando en realidad es un rol que no le pega nada de nada...Mackensie es sencillamente la mejor, con una capacidad increíble para bordar los diálogos más complicados, con un encanto que no solo reside en su peculiar acento, sino también en esa forma tan personal de gesticular y transmitir emociones. Aquella novia modosita con problemas de fertilidad en Match Point, encerraba un animal televisivo capaz de robar secuencias y cámaras en cada escena en la que aparece. Si, lo se, fanática de Mckensie.  Pero si bien, son ellos los personajes protagonistas, Sorkin nos presenta un pequeño elenco de reparto igualmente increíble, con historias personales y profesionales, que nos hacen estar pediente en cada episodio, no solo del informativo, sino también de lo que se cuece entre bastidores. 

El último capítulo ¨The greatest fool¨ha sido sin duda impecable. Ver el reloj y comprobar que quedaban solo minutos, daba penita. Pero Will McAvoy   ha vuelto, listo como Don Quijote, personaje literario, recurrentemente citado, para luchar con aquellos terribles  molinos convertidos en gigantes... 

Lo bueno de la  buena televisión es que enseña cosas y nos hace pensar y aunque  The Newsroom y su entorno es ficticio a rabiar, quizás precisamente eso, la hace tan interesante, porque nos permite comprobar que este mundo está corrupto y que si telediarios así no existen es porque al final, aunque no lo queramos o nos duela  reconocer, todos tenemos un precio. 


PD: También vi el último episodio de True Blood, pero sería una insensatez  absoluta y un desprestigio para Newsroom, desarrollar ambas series en un mismo post, por lo que de la otra, solo diré eso...¨vi el último capítulo de True Blood¨

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