miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los libros de colores



Mi cuñada solía decir que si a ella le pusiesen super nerviosa las entrevistas se habría muerto, pues ha tenido muchísimas y es verdad. Yo, no he tenido tantas, pero la de ayer me dejó baldada. Fueron solo 30 minutos de entrevistas y el ambiente fue de lo más cordial y relajado. Fue con tres personas: el director de la empresa, la directora del mercado español y la de Recursos Humanos.  La verdad es que ellos más que relajados parecían estar haciendo algo que  no los vuelve locos de emoción, de hecho, el director dijo que odiaba hacer entrevistas, así que esperemos que yo les haya gustado lo suficiente como para detener el proceso. 

La empresa es super chula, ecológica, inspirada en el arte y en la cultura, realizando productos de papelería, que desde siempre me han encantado. Entrar a una papelería para mí puede ser tan emocionante como para otros entrar en una tienda de maquillaje, de ropa o de música. Me encantaría comprarlo todo, aunque no tuviera la oportunidad de usarlo nunca. 

El hecho es que el puesto es para ser representante del mercado español desde Dublin, donde se encuentra la centra europea. El director no estaba especialmente convencido de la relación de  mis estudios  con lo que sería el trabajo, pero esperemos que mis respuestas entusiastas le hayan convencido. Por otra parte, no tengo absolutamente nada de experiencia manejando líneas y controles de crédito, aspecto importante para este trabajo.

La verdad es que de las entrevistas que he hecho, esta ha sido la que más me ha emocionado. Es completamente diferente ir a una entrevista de una empresa X, que ir a una entrevista en una empresa que realiza productos que te gustan, que has comprado varias veces y que te encanta la filosofía verde que tienen.

Según mis cálculos, debo estar compitiendo con unas 6 ó 10 personas como mucho,  no creo que más, y ahora mismo simplemente queda esperar. Como dice Jaime que no te eligan no significa que no eras buena, simplemente significa que hubo alguien que los convenció más por la razón que sea, pues al final, los procesos de selección en la recta final suelen ser muy subjetivos e intuitivos. 

Tengo que esperar hasta el viernes, por suerte, no será eterno y una llamada me dirá si  soy la elegida, y un triste mail representará seguir con la búsqueda... como dirían en Venezuela: Quien dijo miedo?

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