martes, 3 de agosto de 2010

Hacer o no hacer...



Después que me dieran la respuesta ayer en Extranjería de "olvídate", he pasado por diferentes estados de ánimo, al salír bajé las escaleras del edificio llorando como una magdalena, luego me subí al coche y me salieron sapos y culebras por la boca en contra de todo el aparato burocrático...más o menos, sigo en ese punto, aunque un poco más calmada y por momentos resignada.

Pero en otros momentos pienso: ¿y si me voy? Deberán serán tan capullos como para impedirme la entrada por tener el NIE vencido, estando casada desde hace casi 7 años con un español, teniendo la fecha de la renovación para el día 4 de octubre y la firma de la nacionalidad para el 26 del mismo mes. ¿De verdad me van a decir que les da igual todo? Quizás el problema es que el NIE y la nacionalidad no tienen nada que ver el uno con el otro, aunque a nosotros nos resulte que están intimamente relacionados. Pues no, uno es el ministerio de asuntos exteriores y el otro de asuntos interiores.

Pero claro, ¿cuando voy a poder volver? ¿cuando se van a presentar las mismas condiciones? Porque a mi me encanta que venga mi mamá, pero a mi también me gusta la idea de poder ir y ver a todo el mundo, relajarme, disfrutar y comer... y por supuesto estar unos días con Victoria. Después de no coincidir nunca por fin habíamos logrado hacerlo y yo estaba super ilusionada. 

entonces... a Jaime le da miedo cualquier problema que pueda surgir a la entrada, que luego origine un problema mayor, yo estoy un 70% cagada y un 30% valiente... ¿qué pensais vosotros?  ¿Me resigno simplemente a pensar que lo que no puede ser no puede ser? Con la burocracia hemos topado y estoy HARTA de hacer mil trámites imbéciles, sin obtener todavía la primera recompensa real.

A día de hoy,  ya Banjo tiene permitido el paso a cualquier sitio, mientras yo me encuentro esto en todas partes.

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