domingo, 8 de enero de 2012

Black Mirror

De lo mejor que he visto en los últimos tiempos es la miniserie británica Black Mirror. Son solo tres capítulos de una hora de duración cada uno y completamente independientes. El objetivo de la serie es plantear mediante historias problemas que están afectando a nuestra sociedad a día de hoy y lo que estos problemas podrían acarrearnos en un futuro de seguir por el mismo camino.  Existe un ataque diferente a este mundo tan tecnológico en el que vivimos, donde todo sucede con una inmediatez que sorprende y que particularmente me asusta.  Black Mirror es buena porque es real, porque es cruda y directa, porque nos hace pensar durante la emisión e incluso días después.


El primer capítulo  ¨The National Anthem¨  es una critica directa a la terrible sociedad de la información en la que vivimos donde nada está oculto y donde todo sucede con una velocidad realmente vertiginosa lo que ocasiona unos juicios de valor inmediatos, sustentados en 140 caracteres, en vídeos, en opiniones y noticias que no se contrastan porque se pierde el tiempo y donde el derecho a informar se transforma en una simple frase hecha que da permiso para la intromisión y el salto de cualquier normal social preestablecida. 

El argumento de este primer episodio trata sobre el secuestro de una princesa, por ejemplo, la Kate Middelton o Leticia del momento y una única solicitud para su liberación, la cual debe ser realizada siguiendo un número detallado de normas, que impidan la manipulación o montaje televisivo  por parte del gobierno. 

Un episodio muy rápido, dinámico, redondo que nos platea el límite entre lo ético y lo correcto, entre lo que se debe hacer y  lo que nos vemos  obligados a hacer.  Así mismo, nos muestra que  todas las decisiones que tomamos tienen consecuencias y que es imposible escapar de ellas.


El segundo capítulo ¨ 15 Million Merits¨ se encuentra ambientado en el futuro, aunque quizás no es un futuro muy lejano. La vida gira alrededor de la tecnología, de las pantallas táctiles, de la comida fabricada y poco natural, del constante interés de las personas por  los juegos donde podemos ser otros, creando avatares e invirtiendo no solo tiempo, sino también dinero. Refleja de forma sarcástica pero inteligente una sociedad donde la única salida parece encontrarse en los concursos de la televisión como X factor y como incluso aquél que se siente en contra del sistema, termina dentro de él aunque con la máscara de la rebeldía, sin darse cuenta que simplemente para que el sistema persista, necesita esa otra minúscula parte que lo critique.


El tercer capítulo ¨the Entire story of you¨ también es planteado en un futuro cercano. En este mundo las personas tienen la oportunidad de recordar absolutamente todo lo de sus vidas, mediante un chip que se inserta detrás de la oreja, lo que les permite  tener su vida como si de un video se tratara, pueden reproducirlo de forma personal o pública, pueden borrar y editar . El tema son los celos y la desconfianza y como este dispositivo se transforma en una herramienta de doble filo.

Para mí ha sido todo un descubrimiento y una reconciliación con la televisión inglesa que comenzó con Sherlock Holmes.  Es una serie que hace reflexionar sobre el poder que las nuevas tecnologías están tomando y como siendo una ventana hacia el exterior, en muchas ocasiones puede convertirse en una especie de cárcel  donde las personas se recluyen para desprenderse de nuestra humanidad que en ocasiones nos hace tan frágiles. Me gusta el planteamiento porque más que una crítica es una advertencia a donde podemos llegar si seguimos pegados al ordenador como principal fuente de entretenimiento. 

1 comentario:

Almudena dijo...

Yo la quiero ver!!!!