miércoles, 21 de agosto de 2013

Porque hoy no vine hablar de mi rodilla!

Hay videos que te impactan, generalmente, los vídeos que impactan son aquellos relacionados con algo negativo. Los vídeos positivos, generalmente conmueven, pero no creo que nos impacten. Nos gusta el video y quizás lo vemos porque nos gusta la sensación que nos transmite. Sonreímos casi sin darnos cuenta al ver un bebe llorar de la risa o viendo a un perro  lanzarse feliz por un tobogán de agua una y otra vez...

Sin embargo, existen también los otros vídeos. Esos que te dejan mal cuerpo, que te hacen pensar, que te hacen reflexionar. Lamentablemente creo que los humanos en general estamos más abiertos a la reflexión ante eventos negativos que positivos. Mientras las cosas marchan bien, muchas veces no nos detenemos a pensar, simplemente disfrutamos, vivimos, sin pensar en cómo sería la vida sin un ser querido, en lo maravilloso que es poder movernos libremente, en lo sencillo que resulta llegar a casa y sentirte segura en ella. 

La violencia doméstica cobra muchas vidas al año a nivel mundial. Y este vídeo, que no se sabe si es real o si es sencillamente producto de una  campaña serbia en contra de la violencia, cosa que al final personalmente poco me importa, demuestra una gran verdad. Miles de mujeres, maltratadas, ya no solo físicas sino también psicológicamente, necesitan una vía de escape efectiva.  Por alguna razón algunas  no pueden escapar de su agresor. Considero que el ser victima va más allá que te peguen y que lleva consigo toda una destrucción de lo que eres, una anulación, una incapacidad de pensar  objetivamente como lo hubieses hecho si a quien le ocurre es a una amiga...desde fuera es terrible la visión, pero no  debe llegar  ni remotamente cerca  al infierno real.  


Entonces, reflexiono...

Me siento muy afortunada por tener un lugar al que llamo hogar... porque a las 8 de la mañana de todos los días recibo el beso más dulce, porque a las 6:30 de la tarde, me siento super feliz  de escuchar una puerta que se abre. Porque me siento segura cuando tú estás a mi lado y porque nada malo puede pasar cuando me apoyo en el huequito. Porque tus manos, suaves , siempre me han dado amor, mimitos,  masajes y me han limpiado las lágrimas...porque me apoyas y crees en mí siempre y me animas a dar saltos, a arriesgarme, a demostrarle al mundo todo lo brilliant que soy!

 Después de casi 14 años, es genial quererte tanto y pensar seriamente cada día que eso de las almas gemelas si que existe...ya no por querernos muchísimo, que lo hacemos, sino porque sabemos que juntos somos mejores, formamos un todo, una familia maravillosa, completa.

jueves, 8 de agosto de 2013

cuando pierdes el ánimo...

Esta semana ha sido muy dura a nivel físico. Desde el pasado viernes estoy yendo al gimnasio, a trabajar un promedio de 150 minutos diarios. Trabajo en seco y luego, trabajo con millones de ejercicios en las piscinas. Hago estiramientos, flexiones,  con peso, sin peso, con resistencia... he hecho todo lo humanamente posible, o por lo menos así lo veo yo para conseguir una mejora considerable y sin embargo, la mejoría ha sido mínima, después de una semana en la que ni de noche descanso, porque incluso dormida intento estirar la pierna, he conseguido mejorar unos 10 grados. 

Y sinceramente no me puedo creer que todas estas lágrimas y todo este sufrimiento agónico, implique simplemente 10 míseros grados. 10 grados que cuando los ves en un transportador, son basura pura y dura... podría pensar que al menos son 10 grados y que poco a poco voy avanzando, en la búsqueda de ese grial personal que son los 90 grados.  Número mágico, que pensaba ilusa yo, resolvería todos mis problemas. Resulta que después de 10 semanas, comprendo que los 90 grados es solo un número y que eso no implica, un arranque normal de la vida. Un inicio normal, sería el volver a trabajar, y sin embargo, la más breve caminata de 30 minutos , muleta en mano, me deja completamente muerta. Cómo pensar entonces  que en solo 3 semanas  debería volver a trabajar 6 horas seguidas con niños?  Sencillamente imposible.

No es ser negativa, es simplemente ser realista. Incluso aunque se obrara el milagro  y lograra los dichosos 90 grados, resulta que no tengo la fuerza ni la resistencia para volver a trabajar. Y entonces me pregunto: por qué demonios no pensé en ese pequeño pero vital detalle hace unas semanas? De haberme dado cuenta hubiese dejado de comerme la cabeza con la cantaleta del trabajo y como dice mi amiga Ángela, me hubiese repetido cual mantra: lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. 

Intento centrarme en lo importante, intento centrarme en la recuperación, en flexionar, en mover la pierna y al final, creo que lo he conseguido, pero a cambio de muchas cosas. Soy incapaz de concentrarme viendo una serie, soy incapaz de utilizar internet para algo más que para buscar ejercicios y artículos relacionados con rodillas rígidas, soy nula relajándome, porque cualquier momento si estoy en reposo, me parece una pérdida de tiempo si no estoy haciendo algo con la rodilla.  Y entonces, estoy agotada, agotada, físicamente, agotada de tener dolor, de que las fisioterapias sean una tortura, pero también muy cansada a nivel emocional, y hoy si que he sentido que he tirado la toalla, que ya sea lo que sea y tarde lo que tarde, yo no puedo hacer más. No tengo culpables, ni la inmovilización, ni la sanidad irlandesa, ni el traumatólogo, son responsables de lo que me ocurre,sencillamente ha sido una suerte pésima, y soy parte de ese pequeñísimo porcentaje que después de una lesión como ésta, los ligamentos y articulaciones sanan rígidos. En una recuperación normal, tendríamos 2 meses para volver a la vida con un rango de 130 grados de movimiento, mientras que yo, 10 semanas después alcanzo a duras penas y muchas lágrimas, unos 68. Deprimente y desmoralizan? muchísimo. 

Ya se que tengo que seguir trabajando con la misma fuerza y mañana volveré a la piscina, e intentaré hacer las dos sesiones de elíptica, tal y como lo recomendó uno de los fisios. De hecho, me imagino que dará sus frutos y si tenemos suerte, la semana siguiente estaré marcando casi 80. Pero hoy, lo veo todo negro, me parece que todo es imposible y que tanto esfuerzo y tanto ímpetu no han traído nada bueno, o lo suficientemente bueno, como para considerarlo una recompensa. 

domingo, 4 de agosto de 2013

paso a pasito...

He comenzado a nadar nuevamente. Digamos nadar porque en realidad parezco un manatí herido, varado en medio de una playa.Volver a la natación tiene un componente psicológico importante para mi... en este caso es como consecuencia de mi lesión de rodilla, cuyo ligamento ACL, además de torcido y desgarrado, debe ser el más vago del mundo, impidiendo que la flexión sea normal y que semana a semana, vaya subiendo grados, como Dios manda. 

La verdad es que la idea ha sido mía y me molesta. No por haber tenido la idea, sino porque los tres médicos, y los dos fisioterapeutas que me han visto y que saben la infinidad de problemas que estoy teniendo para flexionar, me hubiesen podido decir, hace un mes, cuando todo este suplicio comenzó: Sábes qué? Sería buena idea si pudieras nadar y así además de los ejercicios que estás haciendo en casa, podríamos sumar estos otros.

Fue proponerlo yo y que todos dieran palmas con las orejas de lo buena que les pareció la idea. WTF? No me lo podías haber dicho? Confías en los médicos y tratas de seguir todos los consejos que te dan pero luego, para qué? Si ni siquiera te dicen que te pongas hielo en la pierna las primeras 72 horas que son vitales para reducir la hinchazón y los hematomas?  Según los médicos aquí, ni calor, ni frío, ni calmantes,  ni cremas, ni masajes, nada más allá de ajo y agua...

Pero bueno, el hecho es que estoy yendo a la piscina desde el viernes y aunque llego matada y arrastrada a mi casa, con un dolor en todo el cuerpo, que al menos me distrae el de la rodilla, espero que se den resultados... sin embargo, a pesar de todo lo malo, el terror que me supone los pisos mojados, las escaleras de las piscina, el dolor, etc, al menos, tengo un gimnasio cerca, con dos piscinas  donde seguir haciendo ejercicios, y donde además, hay una super piscina especializada en hidroterapia, con chorros que te dan hasta en el alma, si lo necesitas...
Para rematar con broche de oro, hay  un jacuzzi, calentito y maravilloso con el que terminas y te premias después de dos horas de sufrimiento acuático!